Una de las prioridades del Plan de Sostenibilidad Turística de la Mancomunidad del Embalse del Atazar es trabajar por la accesibilidad universal del territorio y de los recursos turísticos de nuestros municipios. La accesibilidad en el turismo no es solo una cuestión de infraestructura; sino que se trata de garantizar que todas las personas, sin importar sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas, puedan disfrutar plenamente de sus experiencias de viaje.
En el ámbito del Plan la accesibilidad se contempla como tema transversal por su alta contribución al turismo de calidad.

A continuación, presentamos cinco claves esenciales para definir un destino turístico verdaderamente accesible:
1. Infraestructura sin barreras
El primer paso para que un destino sea accesible es contar con una infraestructura adecuada. Esto implica:
- Rampas y ascensores en lugares públicos y privados.
- Aceras amplias y sin desniveles.
- Señalización clara y accesible (incluyendo braille y pictogramas).
- Transporte público adaptado para personas con movilidad reducida.
La accesibilidad física debe estar integrada en toda la cadena de servicios turísticos: transporte, hostelería, hoteles, restaurantes y atractivos turísticos.
2. Información clara y en formatos accesibles
Un destino accesible debe ofrecer información en diferentes formatos para adaptarse a las necesidades de todos los turistas. Esto incluye:
- Páginas web compatibles con lectores de pantalla.
- Folletos en braille o con letra grande.
- Mapas con señalización táctil o audioguías.
- Atención al cliente con capacidad para brindar información inclusiva.
La clave está en que las personas puedan planificar su viaje de forma autónoma y segura.
3. Formación del personal turístico
No basta con tener la infraestructura adecuada si el personal no está preparado. Es esencial que las personas trabajadoras del sector turístico:
- Reciban formación en atención inclusiva y en distintos lenguajes.
- Estén sensibilizados sobre las diferentes discapacidades.
- Sepan responder ante situaciones de emergencia considerando a personas con discapacidad.
Un servicio amable y capacitado marca la diferencia en la experiencia del visitante.
4. Oferta de actividades inclusivas
Un destino accesible también debe asegurar que las actividades turísticas estén adaptadas para que todos puedan participar. Por ejemplo:
- Visitas guiadas con guías intérpretes.
- Actividades y eventos diversos para todas las personas.
- Senderos accesibles en espacios naturales.
- Museos con recursos táctiles y sonoros.
- Deportes adaptados o alternativas seguras para personas con discapacidades.
La inclusión no significa crear experiencias diferentes, sino adaptadas y compartidas.
5. Participación de personas con discapacidad en el diseño
La mejor forma de garantizar la accesibilidad real es incluir a las personas con discapacidad en el diseño, planificación y evaluación de los destinos turísticos. Esto permite:
- Detectar barreras invisibles desde una perspectiva real.
- Crear soluciones prácticas y efectivas.
- Validar si la accesibilidad implementada realmente funciona.

Desde la Mancomunidad del Embalse del Atazar consideramos que la accesibilidad es un componente esencial del desarrollo turístico sostenible y responsable, por ello trabajamos intensamente en investigación y participación para avanzar en la accesibilidad universal de nuestro destino.